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El Centro de Embarazo JMJ fue fundado por dos mujeres católicas y se formó como una organización religiosa sin fines de lucro hace 33 años. Nuestro carisma católico tiene sus raíces en la enseñanza social católica y es fundamental para nuestra misión y valores.

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"La enseñanza social católica es un elemento central y esencial de nuestra fe. Sus raíces están en los profetas hebreos que anunciaron el amor especial de Dios por los pobres y llamaron al pueblo de Dios a una alianza de amor y justicia. Es una enseñanza fundada en la vida y palabras de Jesucristo, que vino "a traer la buena nueva a los pobres". . . libertad a los cautivos. . . devolver la vista a los ciegos" (Lc 4,18-19), y que se identificaba con "los más pequeños", los hambrientos y los extranjeros (cf. Mt 25,45). La enseñanza social católica se construye sobre un compromiso a los pobres. Este compromiso surge de nuestra experiencia de Cristo en la Eucaristía”. - USCCB

Toda la enseñanza social católica se puede resumir en Marcos 12:30-31. "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. La segunda es esta: 'Amarás a tu prójimo como a ti mismo'. No hay otro mandamiento mayor que estos.

Enseñanza social católica: los siete temas

 

Vida y Dignidad de la Persona Humana

La necesidad más fundamental en el mundo actual, distorsionado por la codicia y el egoísmo, es el respeto por la vida humana. La Iglesia Católica enseña que la dignidad de la persona humana es el fundamento de todas las enseñanzas sociales. Este tema desafía cuestiones como el aborto, el suicidio asistido, la clonación humana y la pena de muerte. La Iglesia cree que cada vida humana es preciosa y cada institución debe medirse en función de si amenaza o mejora la vida y la dignidad de la persona humana.

 

Llamado a la familia, la comunidad y la participación

La segunda enseñanza social enfatiza que la persona humana es a la vez sagrada y social. Destaca que la forma en que organizamos la sociedad en la economía, la política y el derecho o las políticas afecta directamente la dignidad humana y la comunidad. Si bien la sociedad a menudo valora el individualismo, la Enseñanza Social Católica sostiene que los seres humanos encuentran satisfacción en la comunidad y la familia. La Iglesia Católica cree que toda persona tiene la responsabilidad de participar en la sociedad y promover el bien común, especialmente para los pobres y vulnerables.

 

Derechos y responsabilidades

La dignidad humana sólo puede protegerse si se protegen todos los derechos humanos y se cumplen las responsabilidades de todos los seres humanos. La Iglesia Católica enseña que toda persona tiene el derecho fundamental a la vida y el derecho a las necesidades básicas de la vida. Cada persona también tiene el deber y la responsabilidad de ayudar a cumplir estos derechos unos para otros, para nuestras familias y para la sociedad en general.

 

Opción por los pobres y vulnerables

La Iglesia Católica proclama que la prueba moral básica de una sociedad es cómo les va a los miembros más vulnerables. Nuestra sociedad está marcada por una división cada vez más profunda entre ricos y pobres. Desde la lectura del Juicio Final (Mt 25:31-46), Dios instruye a todas las personas a poner en primer lugar las necesidades de los pobres y vulnerables.

 

La dignidad del trabajo y los derechos de los trabajadores

La Iglesia Católica enseña que la economía debe servir al pueblo. Con demasiada frecuencia, el mercado tiene prioridad sobre los derechos de los trabajadores. El trabajo es más que una forma de ganarse la vida; es una forma de participación continua en la creación de Dios. Los derechos al trabajo productivo, a salarios decentes y justos, a la organización de sindicatos, a la propiedad privada y a la iniciativa económica son todos parte de la protección de la dignidad del trabajo mediante la protección de los derechos de los trabajadores. Respetar estos derechos promueve una economía que protege la vida humana, defiende los derechos humanos y promueve el bienestar de todos.

 

Solidaridad

La solidaridad se trata de amar a nuestros vecinos a nivel local, nacional e internacional. La Iglesia Católica proclama que todo ser humano tiene una responsabilidad hacia nuestros hermanos y hermanas, dondequiera que vivan. Somos una familia humana, cualesquiera que sean nuestras diferencias nacionales, raciales, étnicas, económicas e ideológicas. Esta virtud fue descrita por Juan Pablo II como "una firme y perseverante determinación de comprometerse por el bien común; es decir, por el bien de todos y de cada uno, porque todos somos realmente responsables de todos" (Sollicitudo Rei Socialis, núm. 38).

 

Cuidar la creación de Dios

La tradición católica insiste en que todo ser humano muestre respeto por el Creador al administrar su creación. Estamos llamados a proteger a las personas y al planeta viviendo nuestra fe con respeto por la creación de Dios. En una sociedad con controversias sobre cuestiones ambientales, la Iglesia Católica cree que es un desafío moral y ético fundamental que no se puede ignorar.

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